Sunday, December 25, 2005

Poema de Cesare Pavese

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos-
esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, com un viejo remordimiento
o un vicio absurdo. Tus ojos
serán una palabra vana,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves casa mañana
cuando te inclinas sola ante el espejo.
¡Oh querida esperanza,
también nosotros aquel día
sabremos que eres la vida y la nada!

La muerte tiene una mirada para todos.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como ver que emerge de nuevo
un rostro muerto en el espejo,
como escuchar un labio cerrado.
Descenderemos al remolino, mudos.

Cesare Pavese

Hay días

Hay días
a los que
les ponemos
preservativo
para no embarazarnos
de tristeza
y corramos
el riesgo
de parir
un verso

José Antonio Alvarado

Poema de José Antonio Alvarado

El poema
se me vuelve serpiente
y en un alarde de violencia
se prende la cola
Huye entre musgo
y habiendo probado su veneno
azota la cabeza en las rocas
y restriega el cascabel
en el rostro del silencio
mientras traza su círculo de muerte

Pasa la vida
en el último momento
frente a los ojos del poema
y no falta algo
Ay Quisiera quedarse
repetirse la ceniza primera

José Antonio Alvarado
Del libro "Algo ha quedado roto desde entonces"

Saturday, November 12, 2005

Una Bagatela de Eduardo Hurtado

Los muertos no están solos:
están muertos.

Eduardo Hurtado

Sunday, November 06, 2005

Un árbol con veneno- William Blake

Estaba furioso con mi amigo.
Le expresé mi cólera y mi cólera cesó.
Estaba furioso con mi enemigo;
nada le dije y mi furor creció.

Y regué mi furor con miedos,
noche y día con mis lágrimas;
y lo alumbré con sonrisas,
con dulcísimos engaños.

Día y noche fué creciendo
hasta dar una bella manzana,
la vió brillar mi enemigo
y cuando supo que era mía

de mi jardín la robó
cuando el cielo oscurecía;
por la mañana, alegre ví
a mi enemigo muerto bajo el árbol.

William Blake

traducción Roberto Díaz

Tuesday, November 01, 2005

El problema---> Maria Rivera

El blog es el invento más refinado de los mass media. Tarde o temprano todos seremos devorados. En una época donde se perdona todo salvo el anonimato y se enaltece sobre todas las cosas a la personalidad (¡somos únicos e irrepetibles!), el pudor se antoja como una anacronía y el silencio como una incapacidad.

Sunday, October 23, 2005

Shakespeare, de Marin Sorescu

(Forest Books, Trans. A. Deletant & B. Walker)


Shakespeare created the world in seven days.

On the first day he made the sky, the mountains and the depths of the soul.
On the second day he made rivers, seas, oceans
And other emotions ---
And he gave them to Hamlet, Julius Ceasar, Anthony, Cleopatra and Ophelia,
To Othello and others,
To be master over them, with their descendants,
For ever and ever.
On the third day he gathered all the people
And taught them to savour:
The taste of happiness, love, despair,
The taste of jealousy, fame and so on,
Until all tasting was finished.
Then some late-comers arrived.
The creator patted their heads with compassion,
Saying the only roles left for them were
The literary critics
Who could then demolish his work.
The fourth and fifth day he reserved for laughter.
He allowed clowns
To tumble,
He allowed kings, emperors
And other unfortunates to amuse themselves.
On the sixth day he completed the administration:
He set up a tempest
He taught King Lear
How to wear a straw crown.
As there were a few leftovers from the creation of the world
He designed Richard III.
On the seventh day he took stock to see what else might be done.
And Shakespeare thought that after so much effort
He deserved to see a performance;
But first, as he was overtired,
He went to die a little.

Marin Sorescu

Saturday, September 03, 2005

No querer ser aconsejado ni corregido en la obra es una pedantería
-Jean de la Bruyera

Tuesday, June 21, 2005

Río de Tapalpa

Parado en medio del río,
las dos orillas
tocan mis manos.
Camino
y el cielo
anda los pasos.
Adentro los piés
a los surcos íntimos
del fondo
soy un árbol efímero
plantado en la raíz
del agua.

Raúl Bañuelos

Tuesday, May 31, 2005

Walking Around

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastresías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegandoen un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me caso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombre.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embardo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monjacon un golpe de oreja.
Sería bello
or por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos,
aterido, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casa húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olos a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieron de haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

Pablo Neruda

Wednesday, May 18, 2005

DIGO QUE YO NO SOY UN HOMBRE PURO

Yo no voy a decirte que soy un hombre puro
entre otras cosas
falta saber si es que lo puro existe.
O se es, pongamos, necesario.
O posible.
O si sabe bien.
¿Acaso has tú probado al agua químicamente pura,
el agua de laboratorio,
sin un grano de tierra o de estiércol,
sin el pequeño excremento de un pájaro,
el agua hecha no más de oxígenoe hidrógeno?
¡Puah!, qué porquería.

Yo no te digo pues que soy un hombre puro,
yo no te digo eso, sino todo lo contrario.
Que amo (a las mujeres, naturalmente,
pues mi amor puede decir su nombre),
y me gusta comer carne de puerco con papas,
y garbanzos y chorizos, y
huevos, pollos, carneros, pavos,
pescados y mariscos,
y bebo ron y cerveza y aguardiente y vino,
y fornico (incluso con el estómago lleno).
Soy impuro ¿qué quieres que te diga?
Completamente impuro.
Sin embargo,
creo que hay muchas cosas puras en el mundo
que no son más que pura mierda.
Por ejemplo, la pureza del virgo nonagenario.
La pureza de los novios que se masturban
en vez de acostarse juntos en una posada.
La pureza de los colegios de internado, donde
abre sus flores de semen provisional
la fauna pederasta.
La pureza de los clérigos.
La pureza de los académicos.
La pureza de los gramáticos.
La pureza de los que aseguran
que hay que ser puros, puros, puros.
La pureza de los que nunca tuvieron blenorragia.
La pureza de la mujer que nunca lamió un glande.
La pureza del que nunca succionó un clítoris.
La pureza de la que nunca parió.
La pureza del que no engendró nunca.
La pureza del que se da golpes en el pecho, y
dice santo, santo , santo,
cuando es un diablo, diablo, diablo,.
En fin, la pureza
de quien no llegó a ser lo suficientemente impuro
para saber qué cosa es la pureza.

Punto, fecha y firma.
Así lo dejo escrito.

Nicolás Guillén

Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son...Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre...pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes...Yo no sé!

César Vallejo

Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son...Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre...pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes...Yo no sé!

César Vallejo

Wednesday, May 11, 2005

Arte Poética de Vicente Huidobro

Que el verso sea como una llave que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuando miren los ojos, creado sea
y el alma del oyente quede temblando.
Iinventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el cielo de los versos.

El músculo cuelga,
como recuerdo en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza;
el vigor verdadero
reside en la cabeza.

¿Por qué cantáis la rosa, oh, poetas?
¡Hacedla florecer en el poema!
Sólo para vosotros
viven todas las cosas bajo el sol.

El poeta es un pequeño Dios.

Vicente Huidobro

Leer, leer, leer

Leer, leer, leer, vivir la vida
...................... que otros soñaron
Leer, leer, leer, el alma olvida
.....................las cosas que pasan.
Se quedan las que quedan, las ficciones,
..................... las flores de la pluma.
Las olas, las humanas creaciones
.................... el poso de la espuma.
Leer, leer, leer, ¿seré lectura
.................... mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
..................... seré lo que pasó?

Declaración de Inicio, del libro "Muertos y disfraces" de Marco Antonio Campos

Las páginas no sirven.
La poesía no cambia
sino la forma de una página, la emoción,
una meditación ya tan gastada.
Pero, en concreto, señores, nada cambia.
En concreto, cristianos,
no cambia una cruz a nuevos montes,
no arranca, alemanes,
la vergüenza de un tiempo y de su crisis,
no le quita, marxistas,
el pan de la boca al millonario.
La poesía no hace nada.
Y yo escribo estás páginas sabiéndolo.

Marco Antonio Campos

Saturday, May 07, 2005

Lara mira al Serna...

Lara mira al Serna
y piensa en ese niño
que se le fue entre sus muslos.
Lara escribe cartas
postales en blanco y negro
de estatuas, de tejado, de flores.
Lara y su cuerpo y sus botas
y su amante venezolano
que hacía música en sus caderas.
Lara que fumaba conmigo en un café
de un nombre que no recuerdo.
Y me hablaba de París
de su acento de mexicana en francés
y de la poesía que ponía sobre la mesa
mientras el mesero preguntaba
si nos servía más
o nos traía otros cerillos
con el nombre del sitio ese
(que sigo sin recordar, por cierto)

Pido que no te enteres, Lara
que escribo esto de ti
porque son confesiones
que luego pusimos en un par de cervezas
(oscuras, coincidimos)

Y caminamos las calles de la ciudad que nos había unido
años atrás
cuando las dos escribíamos
en un taller de poesía algo insolente, indolente, impropio
para dos enamorados, ebrias de escritura.
Por ese entonces era que planeábamos irnos
cada quien por su cuenta.

Y nos fuimos después, Lara querida
tú a mirar el Sena
a perder unhijo en un hospital
con una enfermera amable
y un montón de francesas
que hablaban de pendejadas y del clima
cuando tú sólo pensabas
en ese niño
que habías llevado a París desde México.
Y yo, ya sabes, al desierto
desde el que te escribo esto
sin que lo sepas.
(pero no quiero hablar de mí
porque eres tú quien me interesa)

Te veo llorando junto al Serna
eso es lo que he querido decir desde el principio:
que en las postales venía como un presentimiento
de tu cuerpo delgado
flotando en esa prosa
que ha sido siempre tu manera de vivir.

Que no te enteres, Lara, pido
de estos versos.
Pero si te enteraras
te pido no veas en ellos
sino la única posibilidad que tengo
por ahora
de quererte desde aquí.

Gabriela Aguirre Sánchez

Friday, April 29, 2005

Quien no tiene
crucecitas
tiene un
calvario.


*De El MiniNaufraguito, no. 57, marzo, 2005 Crucecitas.

Thursday, April 28, 2005

Al lado del camino, Fito Paez

Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
me gusta abrir los ojos y estar vivo
tener que vérmelas con la resaca
entonces navegar se hace preciso
en barcos que se estrellen en la nada
vivir atormentado de sentido
creo que esta, sí, es la parte más pesada

En tiempos donde nadie escucha a nadie
en tiempos donde todos contra todos
en tiempos egoístas y mezquinos
en tiempos donde siempre estamos solos
habrá que declararse incompetente
en todas las materias de mercado
habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado

Yo ya no pertenezco a ningún istmo
me considero vivo y enterrado
yo puse las canciones en tu walkman
el tiempo a mi me puso en otro lado
tendré que hacer lo que es y no debido
tendré que hacer el bien y hacer el daño
no olvides que el perdón es lo divino
y errar a veces suele ser humano.

No es bueno nunca hacerse de enemigos
que no estén a la altura del conflicto
que piensan que hacen una guerra
y se hacen pis encima como chicos
que rondan por siniestros ministerios
haciendo la parodia del artista
que todo lo que brilla en este mundo
tan solo les da caspa y les da envidia.

Yo era un pibe triste y encantado
de Beatles, caña legui y maravillas
los libros, las canciones y los pianos
el cine, las traiciones, los enigmas
mi padre, la cerveza, las pastillas, los misterios, el whisky malo
los óleos, el amor, los escenarios
el hambre, el frio, el crimen, el dinero y mis 10 tías
me hicieron este hombre enreverado.

Si alguna vez me cruzas por la calle
regálame tu beso y no te aflijas
si ves que estoy pensando en otra cosa
no es nada malo, es que pasó una brisa
la brisa de la muerte enamorada
que ronda como un ángel asesino
mas no te asustes, siempre se me pasa
es solo la intuición de mi destino.

Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
me gusta regresarme en el olvido
para acordarme en sueños de mi casa
del chico que jugaba a la pelota
del 49585nadie nos prometió un jardin de rosas
hablamos del peligro de estar vivo.

No vine a divertir a tu familia
mientras el mundo se cae a pedazos
me gusta estar al lado del camino
me gusta sentirte a mi lado
me gusta estar al lado del camino
dormirte cada noche entre mis brazos
al lado del camino
es más entretenido y más barato
al lado del camino .

Fito Paez

Tuesday, April 26, 2005

Fragmentos de El libro de Monelle, de Marcel Schuob

*
Toma esta antorcha y prende fuego. Quema todo lo que hay sobre esta tierra y en el cielo. Quema la férula y apágala cuando lo hyas quemado todo, pues nada debe transmitirse. [...] Destruye todo bien y todo mal. Los escombros son similares [...], pues toda construcción está hecha de ruinas y nada hay de nuevo en este mundo sino las formas. Pero hay que destruir las formas.

*
Construye tu propia casa y quémala con tus manos.

*
Para todo deseo nuevo, crea dioses nuevos [...]. Que todo dios sea dios del momento.

*
Ama el momento. Todo amor que dura es odio.

*
No esperes la muerte: está en ti.

*
No confies en las cosas pasadas. No te ocupes de contruir bellos ataúdes para los momentos pasados: piensa en matar los momentos que vendrán.

*
Desconfía de todos los cadaveres [...].
No lleves en ti el cementerio. Los muertos producen pestilencia

*
Yo, si fuese tan vieja, em ahogaría. Los ahogados deben de ser muy felices. Deben de ser hermosos.

Marcel Schuob

Thursday, April 21, 2005

Dos fragmentos de "Relato de Otoño" de Tommaso Landolfi

En general los muebles son buenos y pacientes, han visto muchas cosas y saben de qué va la historia, pero a veces son algo pérfidos, como aquél. Por ejemplo, mi padre sabía estas cosas y sentía celos de ciertos muebles, sobre todo de uno que quemó; sabía que nos entendíamos, me decía: "ay de ti si..!".
¿Sabes que las ratas no me huyen? Pues sí, ¿Acaso no soy casi un de ellas? [...] Yo hablo con ellas, y a su manera me contestan.

Tommaso Landolfi

Tuesday, April 19, 2005

Money

Money, get away
Get a good job with more pay and you're O.K.
Money it's a gas
Grab that cash with both hands and make a stash
New car, caviar, four star daydream,
Think I'll buy me a football team

Money get back
I'm alright Jack keep your hands off my stack.
Money it's a hit
Don't give me that do goody good bullshit
I'm in the hi-fidelity firt class travelling set
And i think I need a Lear jet

Money it's a crime
Share it fairly, but don't take a slice of my pie
money so they say
IS the root of all evil today
But you ask for a rise it's no surprise that they're giving none away.

Roger Waters -Pink Floyd, Dark side of the moon-

Verdad de dos (fragmento) Pedro Salinas

11
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelvo ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
"Yo te quiero, soy yo".

Pedro Salinas

Sunday, April 17, 2005

Bueno fuera
romper el espejo
y dormir a la interperie
con la inmensa barriga
iluminada por la luna.
los nudillos sangrantes harían que
Tetera Sádica [ay wuan to flaii] dice:

en minúsculos reflejos
naciera de nuestra mano
el alba.

Sergio J. Monreal

Friday, April 15, 2005

Fragmentos del artículo "Queercore. La escena Punk Gay" de la revista La Felguera

Con la aparición del movimiento punk y la revolución cultural y estética que ello supuso en torno a 1976 y 1977 - fundamentalmente en Inglaterra y los Estados Unidos- años más tarde un sector de los punks comienza a sentir que ser punk y ser gay son dos formas de una misma lucha: cambiar la sociedad, o al menos terminar con los prejuicios sexuales.


La palabra "punk" comenzó a utilizarse a partir de los años cincuenta y sesenta en las prisiones de Estados Unidos. Entonces, un "punk" era el chico que en las cárceles de hombres era sodomizado y obligado a realizar los trabajos más indignos.
Todo cuanto hay de vali0so en la historia humana -las grandes realizaciones de la física y de la astronomía, de la medicin, de la filosofía y el arte, de los descubrimientos geográficos- ha sido obre de los extremistas. De quienes creyeron en lo absurdo, se atrevieron a intentar lo imposible y, de cara a la reacción y a la negación, gritaron: eppur si mouvel.

-Herbert Read "Al diablo con la cultura"

Tuesday, April 12, 2005

Disparen, Cassian Maria Spiridon

disparen señores/ disparen
aprieten el gatillo
no esperen que yo me vuelva un fantasma
una sombra/ una mancha en la historia universal
disparen mientras estoy vivo y lúcido
estimados señores es por eso que existen:
armas/ el arsenal pedregoso/ por eso
la salva cumplida/ lágrimas y hojas
el cuerpo perfecto

todos los cartuchos del mundo son disparados
atrás sólo quedan palabras

Cassian Maria Spiridon

Sunday, April 10, 2005

Qué ruido tan triste, Luis Cernuda

Qué ruido tan triste el que hacen dos cuerpos cuando se aman
Parece como el viento que se mece en otoño
Sobre adolescentes mutilados,
Mientras las manos llueven,
Manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,
Cataratas de manos que fueron un día
Flores en el jardín de un diminuto bolsillo.

Las flores son arena y los niños son hojas,
Y su leve ruido es amable al oído
Cuando ríen, cuando aman, cuando besan,
Cuando besan el fondo
De un hombre joven y casado
Porque antaño soñó mucho día y noche.

Mas los niños no saben,
Ni tampoco las manos llueven como dicen:
Así el hombre, cansado de estar solo con sus sueños,
Invoca los bolsillos que abandonan arena,
Arena de las flores,
Para que un día decoren su semblante de muerto.


Luis Cernuda, del libro La realidad y el deseo 1924-1962

Saturday, March 19, 2005

Rayuela (fragmento) de Julio Cortázar

Capítulo 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Fragmentos de Paseante Solitario de Benjamín Valdivia

Mirame tú,
señora de los párpados cerrados.

*

Soy esa gente atónita, indiscreta,
lóbrega y marginal.

*

Tened lástima de las bellas muchachas
como si algún día fuesen a ser vuestros
los corazones suyos.

*

Aquí busqué el amor: quí lo tuve.
sus mágicas parvadas
agitaron mi pulsación y ensombrecieron
con ardor los minutos conforme se escapaban.

*

Todo se debe a la ciudad perdida.
Todo sucede porque sí, porque nos damos
un aire decadente de dioses imperfectos.

*

Todo el mundo es extraño para el que busca una esperanza.

*

¿Cómo podrían las palabras
hablar de ti?

*

Para una perfecta soledad me basta tu presencia.

*

He descubierto siempre en tu mirada
algo de ti que me pertenece.

*

Vagas por la tierra con una sombra
que tal vez sea la mía.

Benjamín Valdivia

De Tambor Interno, de Alejandro Aura

XI

Su madre le dijo
que todos los hombres son malos
y ella se me queda mirando

como para purificarme.

XII
Fuman
-------en los cafés
------------------deliberadamente.
Y es hermoso verlas:
---------------------muchachas de humo.
XIII
No soy yo este que te habla
sino este, todo, que te besa;
éste,
prendido, en vuelo,
de tu cuerpo.
Éste soy
que, artesano de tu cuerpo,
atónito
enmudece.
XIV
Que venga y que te bese,
que haga en tus ojos remolinos
y en tu vientre
-remolinos de espuma.
Yo voy a estarme quieto.
Qué honda es la garganta de la muerte.
Alejandro Aura

Desnudo (invitación a la modelo)

Déjame a mí trazar
tranquilamente
la línea de tu espalda.
No te muevas.
Desnuda y abundante
como los días del amor.
Confía en mí.
Te haré el cuerpo
de los sueños.
Tu desenvoltura
hará escuela en la belleza.
Que los círculos irregulares
de tus caderas
llamen a la fraternidad.
Te amo.
Te haré de nuevo
para mí,
para ti,
para la dicha de los hombres.

Alejandro Aura

Algunos versos sueltos de Charles Bukowski

Tú no estás leyendo esto
en una página,
la página te lee a ti;
¿lo sientes?

*

pero como dijo Dios,
cruzando las piernas:
"Veo que he creado muchos poetas
pero no mucha poesía"

*

adagio de rocas
el mundo ardiendo

*

Algunos suicidios
nunca son recordados.

*

Siempre escucha la manera
en que ríe las montañas

*

Siempre habrá algo que arruine nuestras vidas.

Charles Bukowski

Poema de Eduardo Lizalde

Tigre atrapado en la vitrina,
gime el mar detrás de la ventana
se contonea y
maldice y ruge
y se destroza contra
los cristales,
sangra cuchillos al
herirse
y grita y muge y
silba y hace gárgaras.
Se pone intolerable,
aulla, trota,
marcha, empuja, cae,
destruye,
pero no le abrimos.
Más tarde,
cuando el sueño de ella
es como el pozo más profundo,
cuando sueña y me olvida,
abro la puerta
y miro cómo
la desgarra el mar.

Eduardo Lizalde
Las plazas fueron creadas especialmente para no hacer nada.
-Carmen Villoro-

Sunday, March 06, 2005

El Dueño de la Ciudad; de Alejandro Aura

1

El duenno de la ciudad vendrá algún día
con su claro rostro iluminado;
el que la dejó para ir a conocer otros vistosos sitios;
el que vestía con riqueza
y llenaba de júbilo los corazones de quienes le oían.

¿Dónde están mis edificios
y mis amplias calzadas-preguntará
estupefacto-; dónde están mis jardines
en los que suavemente reposaba
y donde al amor dulce de los adolescentes
que paseaban en grupos
conociendo los nombres y las cosas
imaginaba el futuro,
prevenía las catástrofes,
mantenía cantores,
evitaba el llanto,
y parvadas infinitas
oscurecían las copas de los chopos?
¿Dónde está mi ciudad?
¿Qué es esto?


2

El más audaz responderá;
el que tenga más bien cosido el corazón en el pecho;
el que tenga más fuertes ligaduras consigo mismo
y pueda entibiar con el aliento de sus palabras
una gran laguna;
el que tenga más trenzados los nervios en la mano derecha
y más aéreas las venas en la izquierda;
el que más pueda tocar por su nombre las cosas de la tierra
ese quizás responderá.


3


No hay flor que pueda perdurar
si el sol seca la tierra en que crecía;
los mismos pájaros se van,
las abejas que rondaban
-procura recordarlas-
se apresuran a buscar otras fuentes de miel
en donde sumergirse,
los menores insectos
emigran a buscar otro gobierno
y nada sino el desierto señorea;
así también si el sol se ausenta
no ahy flor que pueda perdurar.
¿Por qué dejaste al sol hacer su voluntad?
¿Adónde fuiste?

4

El dueño de la ciudad
tendrá pavor cuando la mire,
sus pobres ojos se querrán salir
a platicar con alguien,
el dolor de sus venas no tendrá remedio,
las palabras se le irán estrellando
al tocar el aire,
le temblarán las partes vergonzosas
y un amargor intenso saturará su piel.
¡Qué haces, imbécil!-le gritará
tratando de que ella lo comprenda
y se quedará sin respuesta
porque las malditas ciudades no responden.


Tomado de Volver a Casa, de 1. Hacer Ciudades

Friday, March 04, 2005

Altazor, de Vicente Huidobro

PREFACIO

Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche. Amo la noche, sombrero de todos los días.
La noche, la noche del día, del día al día siguiente.
Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcoiris.
Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte.
El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se alejó diciendo: «Adiós» con su pañuelo soberbio.
Hacia las dos aquel día, encontré un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón jirones de aurora incontestable.
Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamente infladas.
Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso, como un ombligo.
«Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano.
»Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales.
»Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que tienen un oriente legítimo y reconstituido, pero indiscutible.
»Después tracé la geografía de la tierra y las líneas de la mano.
»Después bebí un poco de cognac (a causa de la hidrografía).
»Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de la boca, para vigilar las groserías que nos vienen a la boca.
»Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar... a ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su rol acuático y puramente acariciador.»
Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro abierto.
Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo.
Mi paracaídas se enredó en una estrella apagada que seguía su órbita concienzudamente, como si ignorara la inutilidad de sus esfuerzos. Y aprovechando este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos pensamientos las casillas de mi tablero:
«Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.
»Se debe escribir en una lengua que no sea materna.
»Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte.
»Un poema es una cosa que será.
»Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
»Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
»Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.
»Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco.»
Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en marcha me lanzo a la atmósfera del último suspiro.
Ruedo interminablemente sobre las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de la muerte.
Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me dice:
»Mira mis manos: son transparentes como las bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde corre la sangre de mi luz intacta?
»Mira mi aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.
»Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que no lo sea a medias, y soy la capitana de las otras once mil que estaban en verdad demasiado restauradas.
»Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.
»Digo siempre adiós, y me quedo.
»Ámame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te enseñaré proezas aéreas.
»Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.
»Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las golondrinas.
»Ámame.»
Me puse de rodillas en el espacio circular y la Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas.
Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas.
Las llamas de mi poesía secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentada sobre su rosa blanda.
Y heme aquí, solo, como el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
Ah, qué hermoso..., qué hermoso.
Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles.
Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.
Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su garganta con claro de luna, sino con mi pequeño paracaídas como un quitasol sobre los planetas.
De cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os dejo la tarea de bautizar como a botellas de vino.
Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.
La montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta tocar los pies de la amada.
Aquél que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás he tenido una barba blanca como las bellas enfermeras y los arroyos helados.
Aquél que oye durante la noche los martillos de los monederos falsos, que son solamente astrónomos activos.
Aquél que bebe el vaso caliente de la sabiduría después del diluvio obedeciendo a las palomas y que conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.
Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones olvidadas.
Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes amaestrados hacia los polos únicos.
Su queja es semejante a una red parpadeante de aerolitos sin testigo.
El día se levanta en su corazón y él baja los párpados para hacer la noche del reposo agrícola.
Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la luz y la cosecha de esas flacas espigas de la lluvia satisfecha.
Los gritos se alejan como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen después de una noche de trabajo continuo.
El hermoso cazador frente al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.
Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes. Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.
Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa.
Está quizá al extremo de tu canción próxima y será bella como la cascada en libertad y rica como la línea ecuatorial.
Sé triste, más triste que la rosa, la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir porque ése es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo. Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.
Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán.
Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.
¿Qué esperas?
Mas he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó sonreír.
Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable.
El amor es una tontería hecha entre dos.
-Napoleón-

Sunday, January 16, 2005

Prostituta, diosa, gran señora, amante, la mujer transmite o conserva, pero no crea, los valores y energías que le confían la naturaleza o sociedad.
-Octavio Paz-
El mexicano [...], desconfía de todos los hombres y de todas las mujeres.
-Samuel Ramos-
...como dice Keyserling, “un privado de la susceptibilidad”; y así su reacción de disgusto sería la más rotunda comprobación de nuestra tesis.
-Samuel Ramos-
El tren está pasando siempre delante de nosotros [...] ¡pásele al Destino, nuestro ceñudo príncipe!
-Julio Torri-

Sunday, January 02, 2005

Despertarse aquí es como morirse.
-Charly García-
Desde ya les digo que aciertan. Me considero un canalla y no tengo el menor respeto por mi persona.
-Ernesto Sábato, Sobre héroes y tumbas-
La diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco.
-Dalí-