Déjame a mí trazar
tranquilamente
la línea de tu espalda.
No te muevas.
Desnuda y abundante
como los días del amor.
Confía en mí.
Te haré el cuerpo
de los sueños.
Tu desenvoltura
hará escuela en la belleza.
Que los círculos irregulares
de tus caderas
llamen a la fraternidad.
Te amo.
Te haré de nuevo
para mí,
para ti,
para la dicha de los hombres.
Alejandro Aura
Saturday, March 19, 2005
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