Friday, December 08, 2006

Una carta demasiado tardía

Contudo, esto é uma carta.
Carlos Drummond de Andrade
Carta

No sé en verdad si esto sea una carta.
No sé si disculparme por el retraso
de la explicación, ni si te importan
disculpa o explicación ¿Para qué
hacerlo después de veintisiete años
cuando ya una vida se hizo o se deshizo
y nosotros sólo soñabamos hacerla?
Quizá por eso. Quizá porque contigo
yo habria hecho una vida real
y no este mundo sin casa que he deshecho.
desde hace días o semanas
los recuerdos me ciegan como un pozo,
y vuelves callada, quieta,
inmensamente quieta y luz en el diciembre
horizontal y frío, y allí te quedas.
A cierta edad los recuerdos se vuelven
como las flechas de San Sebastián
pero disparas sólo al corazón.
Tenías diecisiete años,
edad clarisima de las ventanas,
y eras tenue para que los álamos no olvidaran
esbeltez ni linaje de luna.
Podría decir, con el estilo del melodrama
mexicano: "Amaba a otra", y era cierto,
humanamente cierto, pero ahora aquí,
queriendo ver desde mi casa las montañas
del Ajusco, me digo, me digo que eras
la que pudo dar, no el país de maravillas
(como tu nombre lo dice), pero sí
una vida lúcida, leve, quizá feliz.
Eso me hago suponer. Supongo.
Creo sentir alivio al escribir estas líneas.
Son del todo sinceras pero inútiles,
porque lo que fui destruyendo
no se puede explicar en un poema.
Tampoco me sueño en sueños de entonces,
porque ya hace años, cinco o diez, que no
tengo sueños. Tampoco me hago ilusiones,
aunque lo diga a menudo, sabiendo que engaño
o me engaño, mientras miro mi cuerpo como reloj
que marca las cinco y media de la tarde.
Hoy por hoy sólo aspiro a terminar una obra
(mala o buena), hacer a los otros algún bien
en lo que puedo, y viajar por un mundo que
a veces me cansa más de lo que me maravilla.
No sé, como te dije, si esto sea una carta.
Tal ves no la vayas a leer (lo más probable),
y no sé si decir: "Te quise" o "Me equivoqué",
o "Cómo quitarle la begonia". No sé siquiera,
no sé, qué fue del bosque cortado a ras de bosque.
No lo sé. Pero te dejo estas líneas:
Tómalas, aunque no las leas.

Marco Antonio Campos
de Los adioses del forastero

Sunday, November 19, 2006

Suburbio de una bala

Monica:

1. Debiste conocerme un poco antes,
cuando tanta cocaína, tanto
idílico subsuelo me volvió, por un tiempo,
un amante mediocre.
Placeres que partían la memoria de la piel
como quien parte una nueaz al apretarla
en el puño con otra. Una vaga
aspirina de dolor.
Debiste conocer esos rígidos murmullos,
esa medulas marchitas, esa
arritmia como niebla. Un monje atravesado
por su hombría de coraje y Nembutal.

Te hubiera hecho el amor
desde una pústula. Sabrías
(y yo a través de ti, tocando con
mi mano kerosén el espesor
de los jaguares) que hasta el arrobado gozo
viene de malos sentimientos;
no generosidad, sino
reconciliación.

Lástima que no baste con decirlo
(y por eso al escribir
la confesión es el suburbio de una bala que atina,
y por eso la poesía es la grieta
menos visible de nuestras urnas funerarias)
para volver redondo el viaje del deseo
al valle de los muertos.

Redondo: una esfera de apifanía
y odio
en la que desnudarte fuera un símbolo de mí.

2. Solo amo a las desconocidas.

[Confesión, suburbio de una bala:
"vuelve, paloma,
que el ciervo es un lucero de amarillas espinas,
él mismo su safari de esplendor carnicero,
su mística gavilla de francotiradores.
Vuélvete, que están tirando al aire
ahora que no queda ciervo en pie".]

Lo descubrí a los treinta, con mi segunda esposa.
Estaba en esa puerta, riéndose,
húmedo aún su cabello hasta los hombros.
Llevaba una blusa verde
de la que siempre estuvo orgullosa
porque yo la mencionaba en un poema.

La miré y
me di cuenta de que ya no la quería.

"Fue que, a fuer de acariciar, las líneas de su mano se volvieron
sagradas, intratables."

"Fue que, de tanto ir hacia adentro, se derramó de mí."

Fue una cosa vulgar: la engañé
con dos mujeres, me gasté su dinero.

Unos meses después,
me envió dentro de un sobre de papel manila
su blusa hecha girones.

Y había escrito
__________una cesta de mimbre para guarda tus ojos,
__________tu blusa verde, tu voz que es el jardín
__________donde camino en sueños [...]
__________para que siempre que te asomes
__________a este pedazo de papel
__________brilles como una estrella caída en el estanque [...]

Caída.
Caída.
Mira:
vuélvete,

que están tirando al aire.

ENVOI
Teoría de la recepción

"Aherrojado contigo
en el suburbio de una bala": dije algo así
por preguntarte si querías bailar.

Ay, los poemas del fin del mundo,
cochambrosos porque un filósofo alemán
se adornó las rasgadas vestiduras con cráneos de judíos,
porque un poeta judío se ahogó entre la bruma,
muy lejos del mar.

Miscast: siempre vamos al teatro a ver Las moscas
con los broches de Yocasta en un bolsillo,
por si acaso.

Julián Herbert
tomado de revista Crítica

Monday, November 13, 2006

Déjame tranquilo

Nunca ningún amante es perfecto
ni tiene la sonrisa adecuada.
No siempre dice la palabra dulce;
a veces, ni siquiera sabe hacer el amor.
Pero la magia del momento
toca muy bien su blues.

Hay días en que me desmorono
como la sombra de una viuda arruinada.
Vivo el peligro de morderme las encías,
de recordar que sólo soy un malherido.

Y ¿saben?, cómo deseo un cigarro
que se consuma en diez años,
beberme mi vida a sorbitos
como si fuera una cuba.

Y bueno, a ti, que me has visto
con la reuma de esas noches,
no pagues por conocer
cómo se fue tu pubertad en esos blueses.
Al final siempre vas a odiarlos.

No me sigas, no me tientes,
no me pidas que te desvista, no...

No necesito una amante ahora,
déjame tranquilo.
Quiero mirar mis propias dudas
desde el puente del valor,
arrojarme hacia la noche
de la noche vengo yo.
Pude besarte la cintura,
adorarte, pero no.
Cada palabra sería un incendio,
una grave insinuación;
y me escondo en el silencio
en silencio vivo yo.
No necesito una amante ahora,
déjame tranquilo.
Quiero mirar mis propias dudas
desde el puente del valor;
despertarme con tu ausencia,
¡cuánta ausencia, digo yo!
José Cruz Camargo
Real de Catorce

Sunday, November 12, 2006

EPIGRAMA

Al perderte yo a ti,

tú y yo hemos perdido:

yo, porque tú eras
lo que yo más amaba,

y tú, porque yo era
el que te amaba más.

Pero de nosotros dos,
tú pierdes más que yo:

porque yo podré
amar a otras
como te amaba a ti,

pero a ti nadie te amará
como te amaba yo.

Muchachas que algún día
leaís emocionadas estos versos

Y soñéis con un poeta

Sabed que yo los hice
para una como vosotras

y que fue en vano.

Ernesto Cardenal

Friday, November 10, 2006

Si te quedas en mi país

En mi país la poesía ladra
suda orina tiene sucias las axilas.
La poesía frecuenta los burdeles
___escribe cantos silba danza mientras se mira
ociosamente en la toilette
____y han conocido el sabor dulzón del amor
en los parquecitos de crepé
____bajo la luna
__de los mostradores.
Pero en mi país hay quienes hablan con su botella de vino
__sobre la pared azulada.
Y la poesía rueda contigo de la mano
___por estos mismos lugares que no son lugares
para filmar una canción destrozada.
Y por la poesía en mi país
__si no hablaste como esto
_____te obligan a salir
en mi país
__no hay dónde ir
____pero tienes que ir saliendo
como el acné en el cascarón rosado.
Y esto te urge más que una palabra perfecta.
En mi país la poesía te habla
____como un labio inquietante al oído
te aleja de tu cuna culeca
__filma tu paisaje de Herodes
y la brica remece tus sueños
___---la brisa helada de un ventilador.
Porque una lengua hablará por tu lengua.
Y otra mano guiará a tu mano
Si te quedas en mi país.
Enrique Verástegui
tomado de la revista Alforja 35

Wednesday, November 01, 2006

Fragmentos de Gran Hotel de Extranjeros

*
Usted ha bajado
al Gran Hotel de Extranajeros
sus costumbres sus deseos
su nombre su vida
todo ello no da el peso
doble sus maletas
esconda sus cicatrices


*
Cuántos son
los solitarios del siglo
venidos de tantos lugares
bajo la lengua vuelta
hacia el silencio del sol
y ante el barullo del metro
cuántos despiestan
donde sólo el cielo sabe
el misterio de los sollozos

Claude Beausoleil

Thursday, October 26, 2006

¿Qué es el mundo?

¿Qué es el mundo? Un poema eterno,
de ahí el espíritu divino irradia y encandece,
de ahí el vino de la sabiduría espumea y centellea,
de ahí el sonido del amor nos habla.

Y cada hombre es un rayo
de ánimo cambiante rompiendo el sol,
un verso que pide otros mil,
que inadvertido se contiene y se marchita.

Y es también unmundo por si solo,
lleno de dulces secretos, de tonos jamás cantandos,
de talento con apropiada, inviolable belleza,
y ninguna otra resonancia o reflejo.

Y cuando tú por ventura leas en alguna hora
un libro, que sea aquel que en la vida no exploraste.

Hugo von Hofmannstahl
Traducción: Luciano Pérez
tomado de revista Alforja

Mi piano azul

Tengo en casa un piano azul
Y no le he oído ninguna nota.

Yace junto a la oscura puerta del sótano
desde que el mundo se pudrió.

Lo tocan cuatro manos estelares
--la señora luna canta en el barco--
ahora bailan las ratas con estrépito.

Roto está el teclado...
Lloro a los muertos azules.

Ah, el amoroso ángel me abre
--comí del amargo pan--
me otorga la puerta del cielo--
a pesar de que esté prohibido.


Else Lasker-Schüler
Traducción: Luciano Pérez
tomado de revista Alforja

Tuesday, October 24, 2006

La imagen en el agua (un poema)

__I

Hoy
llegaron a mi oídos
noticias de mi muerte
por segunda vez
¿cuántas veces he muerto?
¿cuántas veces he nacido?
Voy aprendiendo aver en la oscuridad
mis ojos cada vez son más felinos

__II

Hoy
llegaron a mi oídos
noticias de tu muerte.

Margarita Vázquez Díaz

Infancia (1 y 2)

1

Mi padre solía llegar con el crepúsculo y los hijos corríamos buscando al padre que sólo quedó en la fotografía aquella donde desciende por la puerta delantera del auto y mira a todas y a ninguna parte y el niño crece y recoge la infancia hecha pedazos y se vuelve a mirar al padre en aquella casa profunda horizontal mientras la madre en la cocina llora y grita y el niño dice el diablo y la rosa no vuelve por su fuente

2

En tu casa no había pájaros o yo no los recuerdo o era tan dulce su canto que quedó como harpa en la sangre y la casa era profunda y blanca y el diablo llegaba a las cuatro de la tarde mientras el niño incendiaba el patio y el hermano corría hacia el horizonte.
____El azul del cielo era puro vasto respirable y el lenguaje ignoraba la Palabra

Marco Antonio Campos

Monday, October 23, 2006

Wife Life

El 27 de junio del 2014 me hallarás en
________tu jardín con una metralla en la ca-
________beza al más puro estilo del
________maestro Apollinaire

A las 11 de ese día gangrenaré mi
________pie derecho tal como lo hizo el
________señor Arthur Rimbaud en Argel

El 27 de junio a las 11 de la mañana
________veras en tu jardín mi oreja cortada
________para ti lo mismo que el
________Vincent delirante

En el amanecer del 27 de junio, a mis
________55 años, olerás la pólvera en mi con-
________razón marcado como Asunción Silva lo
________hizo en Montevideo

Llegado el 27 de junio, al igual que
________Becerra y Virgilio, tendré mi Brindisi
________y concluiré la eternidad volcado en
________mi hermoso auto gris descapotable

El 27 de junio de 2014, me llevarás el
________primer café a la cama y yo lo beberé,
________conforme, escribiendo que voy a morir,
________ahíto de vivir indignamente.

Jorge Humberto Chávez

Friday, October 13, 2006

Puerta abierta

Mandé que abrieran puertas
para ahuyentar secretos
porque muros de piedra los resumían en poros,
en suspiros,
en murmullos
de crepitante leño.

Mandé cerrar las puertas:
los secretos
ocupan los rincones,
duermen bajo la almohada,
amanecen gorgoteando en el agua
de la regadera.

Tras la última puerta
espero
mientras distingo
voces, tonos, atmósferas
en que los secretos
reverberan.

Dolores Castro
de Tornasol

Puerta entreabierta

Siempre se teme ante una puerta abierta
así conduzca a la felicidad.
Hoy, ávida de sol, hacía el jardín
entreabro la puerta.

Divido sombra y luz
filtro temores
y me detengo en el umbral
mientras entre las piedras
veo que apresuradas, en implacable fila
avanzan las hormigas
ciegas,
encapotadas en su deber.

Yo siento un resquemor
y tras la última mirada hacia la luz
pulso la sombra mientras
cierro la puerta.

Dolores Castro
de Tornasol

Wednesday, October 11, 2006

Fragmentos de "Tambor interno"

*
Mueran, o sean condenados
a un millón
de latigazos
de esperanza.

Y los que en vida
____________se casan con la muerte,
y los cobardes
__________que esperaron la nueva generación
______________para acostarse con vírgenes,
y los que escriben
de cómo encontrar
_____________para el amor
______________________a la persona justa.
Mueran los que esperan sentados
_______________que el tiempo
__________________lo resuelva todo.

*

No aprendimos a amar en el jardín
sino en la calle.
*

Los jovencitos afeminados
llevan ahora del brazo
a las muchachas decentes
y las madres
esperan que todo se componga.
*

También hubimos
_____________quienes matamos la esperanza
_______________________________de los padres.
¡Qué se le va a hacer!
La contabilidad me enferma.
Yo siempre he tenido vocación para el amor.
*

He visto en la calle
demasiadas cucarachas;
por debajo
________la ciudad se está pudriendo.
*

Su madre le dijo
que todos los hombres son malos
y ella se me queda mirando

como para purificarme.
*

Fuman
_____en los cafés
_____________deliberadamente.

Y es hermoso verlas:
_______________muchachas de humo.

Alejandro Aura
de Poesía 1963-1993

Monday, October 09, 2006

(2) Epigramas a Valeria

También he sabido Valeria
que te alegras cuando ciertos críticos
afirman que mis epigramas
no son más que un demorado
producto de la senectud; jamás
una acuciante experiencia.
Pero esa gente amasada
con babas y tintas
entre muchos asuntos ignora
que un poeta nace tantas veces
como palabras y silencios
debe callar y cantar. Dónde
está pues mi edad?
Recuerda que el indicio fugaz
de tus años será borrado
sin lástima del alto rumbo
de la historia.


Pienso que debo terminar
aquí Valeria
estos ligeros epigramas
no me gusta la facilidad
de mi mano ni sobre
tu piel ni sobre el papel.
Todo lo fácil me resulta
ajeno. así tú misma
tan fácilmente imposible
para mí.


Saúl Ibargoyen

Comic

1

mientras dormitas ebrio
entre las paredes
de este bar
te mataré

le diré a la mercenaria andrea
que deje la puerta abierta
cuando todos se vayan
a salvar el mundo
y te ofrezca un licor más amable
para que te hagas amigo de la muerte

imagino tus ojos
volviéndose
pequeñas sombras

entonces dejarás de temblar
y pensarás que no tienes miedo
pero no sabrás que ya estás muerto

2


(a propósito de andrea)

me llamo supermán

te he visto a través de las paredes
en esa caja de bar viejo
y he visto cada onda y cada luz nacidas
de tu voz a kilómetros de aquí

he venido volando de todos los planetas
con el tesoro más distinguido
las llaves una mansión perdida entre relámpagos
las pieles rosas de animales tersos de otros mundos
las maderas más finas como tempranos labios
no porto armaduras para defenderme
he desgarrado tigres con la fuerza de mis dedos
y soy yo mismo contra el sable y el disparo

tal vez me digas que soy un ebrio
pero mi sangre no es sangre humana
mas sangre sí tan poderosa
como el rugido penetrante del sol

no te desnudes no hace falta
posea una vista inigualable
no hables
porque puedo escuchar la voz
de tus párpados cuando se juntan
el sonido de tu piel cuando
se dobla al dar la mano
la saliva que resbala por tu garganta

quizás creas que estoy borracho
pero me llaman el más fuerte

y es cierto

3

la señal se enciende

para decirte que desdobles
tu traje nuevo y te escondas
en esa armadura
forjada de noches

y no vean las orejas
de la fiesta, el mal sueño
y los dos rasguños que una mujer
te hizo en el bar de andrea

para que salgas a moles a golpes enemigos
como la adivinanza o el hielo
valientesa enemigos de colmillos
filosos igual
que esta luz
que ciega

el valet halla en tu auto
un olor profundo
mientras esperas
sentado
otro baile
de mesa

4

(andrea recibe la carta)

desde la claridad del vértigo te observo
eres mi cuchillo, animal sagrado con boca de aire
eres el escozor en el labio del whisky

te juré la bella destrucción del mundo
pero hoy sólo te concedo esto que los malditos dictan
y todo lo que expresen y desgajen será
deliberadamente tuyo

César Silva
de "si fueras en mi sangre
un baile de botellas
(doble disco)"

Sunday, October 08, 2006

Reanudado Testamento

I

Pasos. Un relampagueo en la estancia atestigua el declive de los pájaros.
Una gotera prolonga su locura en el temblor de cada objeto en los estantes; la luz me delata en la vigilia: mi casa, antes tálamo de amor de un dios rampante, es hoy un reino sitiado por el luto, crepuscular tigre prisionero de sus rayas.

II

Mi madre sueña -náufrega en la vastedad de la cama- que mi padre vuelve ennegrecido de ojo iracundo de la muerte, y es entonces cuando todo se vuelve ceremonia, milenaria coreografía en el albur de la nostalgia.

III

Mi padre nos legó una noche la lluvia y la caída de las hojas: un otoño de relámpagos.
Una casa erigida a golpes en los muros, es reanudado testamento en los misterios de la sangre.

Francisco Alcaraz
de La musa enferma

La casa

Qué muro has de llevarte,
qué ladrillo,
si todo se fraguó
con el calor del cuerpo
que nos dimos.
Te pertenecen cuadros,
muebles,
o a mí me pertenecen.
Y qué es la pertenencia
sino el tiempo añejado,
el silencioso paso de los días
en las habitaciones.
La casa ha madurado
como una noble fruta,
desgajarla sería
un acto de violencia.
Llévate el techo aquél
que protegió los sueños
como una mano tibia.
Empaca una ventana,
¿no ves que tiene entre sus luces
tu mirada?
Me quedo con la puerta,
por ella entreveré
de pronto tu silueta
y pensaré que es casa todavía,
que es todavía mi casa.

Los cajones se ríen de nuestros pleitos.
Ellos saben guardar
la suave intimidad
que hizo crecer las plantas del jardín,
humedeció las vigas,
oxidó los alambres escondidos,
abrió paso al salitre en los mosaicos.
Los adornos se asustan,
temen la quebratura,
el cambio de lugar.
No podría con las flores los floreros
si quitas esa mesa,
si la cortina se abre a otro paisaje.
Mejor dejarla sola,
plena de las palabras
que un día le dieron vida.

Mejor irnos los dos
cada uno por su lado.
Que la casa resista
como un barco encallado
después de la tormenta.
Que muera lentamente
como una vieja digna
arraigada a su polvo,
a sus recuerdos.

Camen Villoro

de Marcador final

Friday, October 06, 2006

Fragmento de "El señor Mozart y un tren de brevedades"

Le reventaban el hígado los poetas y escritores que se enfrentaban, como con un batallón del enemigo, "a la página en blanco", o hablaban "de la experiencia personal y única frente al texto", o de cosas que suenan a transtextualidad o intertextualidad, diacrónico o referente, o escribían poesía o literatura desde el ambiente ahogado de cafés, de aulas universitarias, de salas de redacción de revistas y periódicos, de bares ínfimos, como si tuvieran miedo de que les entrara el aire y supieran por fin lo que son las calles y plazas, mercados y estaciones de trenes, ríos y montañas, bosques y selvas.

Marco Antonio Campos

Friday, September 01, 2006

De la novela El Desorden de tu nombre

Julio encendió el motor y empezó a conducir. La fiebre pareció aumentar de golpe, concentrando sus efectos en los hombros y en los músculos del cuello, lo que facilitó sin duda el tránsito de la emoción, que nacía en el pecho, hacia la periferia de los ojos.

--¿Quiéres que vayamos a otros sitio?-- preguntó.
--No, no-- dijo ella---, tu casa está bien.

Ambos callaron mientras el automóvil se deslizaba con una naturalidad sorprendente por entre el enloquecido tráfico de la media tarde. Los conductores regresaban al hogar tras habersae ganado la vida honradamente, pero sus rostros --más que cansancio-- reflejaban hastío y desinterés, y parecían ajenos a la primavera que acababa de estallar.

Juan José Millás
Las manías, las obsesiones de un escritor, aún las circunstancias, nunca son gratuitas, sino que de algún modo remiten a su mundo interior.

Juan García Ponce

de la novela La Impudicia

Las frases y las risas de ambas mujeres pasaban por encima de Maud como por el cielo pasan pájaros que no se divisan pero que forman parte del paisaje.

Marguerite Duras

Wednesday, August 30, 2006

Tantadel (primeras tres páginas)

Cómo iniciar la narración. Me prometí objetividad, más que eso: me exigí veracidad, contar las cosas tal como sucedieron, ser honesto, sobre todo hablar de los sentimientos y pasiones que movieron cada acto de mi relación con Tantadel, los pensamientos que nunca se convirtieron en palabras o en hechos, que permanecieron agazapados entre actitudes falsas o detenidos antes de llegar a la superficie por causa de la cobardía de seres lamentablemente conformados. ¿Podré hacerlo? Hay cosas que parecen irreales, producto de la imaginacón, de una imaginación fatigada de trabajar en busca de un mundo habitable. Lo que me detiene quizá ser el hilo de los sucesos, los recuerdos no fluyen en línea recta ni con la exactitud necesaria. Tampoco puedo precisar cuándo nació la idea o la inquietud de escribir esta historia: de dónde el deseo de ponerla en cuartillas, revisarla y, secretamente, aspirar a los lectores, uno, dos, cinco, diez, sólo Tantadel, los que sean: nadie escribe para sí mismo. En fin.

Conocí a Tantadel en la escuela: efectivamente: ahora la veo: está en el jardín, junto a la biblioteca, borrosa, distingo su sonrisa; a su alrededor no hay nadie: es extraño, debería haber clases y maestros y alumnos: yo mismo no aparezco por ningún sitio; ella habla y gesticula; no escucho sus palabras, ignoro qué dice, a quién se dirige, cuáles son los tipos que la oyen y la miran. Su sonrisa es brillante aunque no basta para disipar las brumas, esa neblina molesta que la rodea o protege y le concede su aspecto fantasmal. Después, la figura se desvanece y no vuelvo a verla, no vuelvo a saber de Tantadel. Ya no ocupa otro espacio en mi vida ni en los recuerdos que conforman mi pasado, mi memoria. Luego, cinco años más por azar y por Ignacio (quien me fue presentado en una reunion de ex alumnos de Ciencias Políticas), la reencuentro; él pronuncia de nuevo el nombre mágico: Tantadel.

(Tantadel, ¿mujer o título de unas hojas?, ¿ambas cosas? ¿La habré imaginado o en efecto existió y juntos dimos origen a una pesadilla dantesca llevando el infierno a cuestas? ¿O escribí sobe un ser ficticio que ahora ha cobrado vida, como la estatua de Pigmalión? Si fuera esto último, ¿deberemos unirnos para convertir en realidad la fantasia y cumplir cabalmente con lo escrito: ocupar un tiempo lleno de absurdos, caótico, y luego reproducirlo en cuartillas? ¿Qué fue primero: Tantadel o estas páginas? ¿Cómo podría saberlo? De no aclarar la interrogante tal vez concluya dudando de mi propia existencia.)

Ignacio, casi al llegar a mi casa: ¿Recuerdas a Tantadel?
Francamente no, pero el nombre me es familiar, no es común.
Ella se acuerda de ti.
Hice un esfuerzo, nada.
Participaba en actos políticos y culturales y andaba con los puros snobs de humanidades.
Tampoco.
Bueno, prosiguió Ignacio, la veremos mañana: hay una fiesta y Tantandel irá.
Lo que presupone que nosotros también iremos , ¿no?
Sí, habrá trago y muy buenas niñas de la Universidad.
Eso me convenció. El exhibicionismo de nuestros recién enriquecidos había llegado al colmo de sacar a sus hijas de las escuelas confesionales para meterlas en la Facultad de Filosofía y Letras o en Ciencias Políticas. Es más elegante, dije casi indignado, y al concluir sus pésimos estudios pueden emplearlas en altos cargos gubernamentales.

René Avilés Fabila

Saturday, August 12, 2006

[Hay magia en todo...]

Para el hedonista sin remerio y para Efraín Huerta.
(Este poema debe decirse levantando un dedo admonitorio)

Hay magia en todo,
aun en las llamadas más triviales,
en la espera confusa en esas catedrales
que son los aeropuertos
o en esos aeropuertos que son las catedrales.
No existe el tedio.
Saltamos la cuerda prodigiosa
de los deslumbramientos,
comemos nuestro pan
y nos sentamos a sentir la noche.
Vemos un rostro, un verso,
tomamos el camión
y nos reímos al recordar
una canción dormida
en un pliegue del alma.
Todo, hasta lo útil, se condensa
en la lenta substancia de ese sueño.
Lo demás es terreno que ocupan los ejércitos
de lo desconocido y poco nos importa.
El hombre está en la tierra,
"lo demás es silencio".

Hugo Gutiérrez Vega
del libro Meridiano 8-0

De Más que humano

No parece así al principio, porque el paciente se presenta con toda clase de fantasías, caprichos y extrañas experiencias. Pero todos vivimos en un mundo semejante.

Theodore Sturgeon
del libro Más que humano

Del amor y otros demonios

Hablaban hasta el amanecer, sin ilusiones ni despecho, como un viejo matrimonio condenado a la rutina. Creían ser felices, y tal vez lo eran, hasta que uno de los dos decía una palabra de más, o daba un paso de menos, y la noche se pudría en un pleito de vándalos que desmoralizaba a los mastines.

Gabriel García Márquez
del libro Del amor y otros demonios

Friday, July 21, 2006

Fragmento de Tantadel

Era como todo mundo: habla de literatura -¡pobre literatura!- por haber leído dos o tres libros deplorables, best-sellers; por conocer algunos apellidos de escritores y entonces siente derecho para comentar cualquier obra, cualquier autor, mientras que ningún profano se atrevería a explicar cuál es el método más correcto para alimentar a una computadora. Qué desprecio por la literatura.

René Avilés Fabila

Sunday, June 25, 2006

de la novela La Ley del Retorno

Cuando los años fortalecen un vínculo, algo nos indica que hay que persistir, continuar ahí, como si tantos años por venir y esa rutina que los acompaña fuera un premio a la perseverancia.

Vanesa Garnica

Wednesday, June 07, 2006

Las palabras y las cosas

Que acomode el silencio
las palabras y las cosas.

Demasiada oscuridad existe
sobre los discursos,
demasiada cárcel sin remedio.

La noche alza el vuelo
el corazón se duerme
como un reloj en el otoño.

Que acomode el silencio
toda esta geografía.

Es mejor
hacer con los paisajes
una hoguera.

El corazón bosteza.
La luna crece.
Los recuerdos brotan de la tierra.

Es mejor este silencio
afilado y dulce.

Son de humo los espejos.
Son de lágrima en el aire.

Porque no es el silencio
lo que lacera almundo
sino el inútil avispero
de los días inútiles.

El corazón en pausas
esconder su color
tras un relámpago que duerme.

Y el mundo avanza
en indetenible ruina.

Hasta que el silencio
derrame su semilla
sobre las palabras
y las cosas.

Ernesto Hernández Doblas
tomado del segundo número de
la revista PalabraPoesía

De Fuego azul

El amor mata.
Las verdes matas matan.
Mátenme, muero.

Carlos López

Wednesday, April 12, 2006

Del libro Jugo de Naranja de

De pronto, en medio de la prisa urbana, surgido de otra dimensión, aparece el tren cargado de estrépidos metálicos. Ruge, animal herido, dispuesto a llevarse a aquel que se atraviese en su destino trágico. Salió de otro siglo y va -lo indica su lamento- a un cementerio donde pueda, por fin, desbaratar su esqueleto herrumbroso. En tu vida es un espectro, una pesadilla diurna que pasa y se pierde en el horizonte.

Carmen Villoro

Del libro "El Oficio de Esperar" (de Andario)

V
Para que nazca
un nuevo poeta

necesito abrir el diario

leerlo
como si no deseara
saber del nacimiento
de nuevos poetas

ir por las librerías
preguntando por los precios
de las novedades

y al paso por algún jardín
detenerme a leer
las hojas de los árboles

XVII
Doblaré
una
hoja
de
papel

construiré
un
barco

llegaré
a
los
muelles
de
tu
cuerpo

A. J. Aragón

Saturday, March 04, 2006

Mea culpa por hablarle a ella

y si me dices que el poema es el acto de desnucar cierto equilibrio que es hemoglobina pronunciada en el espejo del día luego callas y eres (según tú) un tendón de los silencioas citadinos después regresas a enredar mis oídos por ejemplo que mi cuerpo transfigura la zoología de un pecado o que mi voz la carne de cierto maleficio y que el aroma de nosotras las mujeres es válvula de los antiguos deseos entonces yo te digo que le pares deja de decir tantas mamadas ¿acaso no conoces los ramos de rosas? existen formas decentes de conquistar a una mujer


Daniel Bencomo
del libro Apuntes en el baño