Y no le he oído ninguna nota.
Yace junto a la oscura puerta del sótano
desde que el mundo se pudrió.
Lo tocan cuatro manos estelares
--la señora luna canta en el barco--
ahora bailan las ratas con estrépito.
Roto está el teclado...
Lloro a los muertos azules.
Ah, el amoroso ángel me abre
--comí del amargo pan--
me otorga la puerta del cielo--
a pesar de que esté prohibido.
Else Lasker-Schüler
Traducción: Luciano Pérez
tomado de revista Alforja
Traducción: Luciano Pérez
tomado de revista Alforja
No comments:
Post a Comment